Las escrituras de perdón
En este documento de 1843 se relata cómo María Granell habría sido agredida mientras trabajaba en una finca de su propiedad en Pla de Molvedre y dos vecinos de Vila-real que merodeaban por las inmediaciones intentaron forzarla. Los agresores, Agustín Bernat y José Ortiz, fueron detenidos, condenados y encarcelados, y tras su encarcelamiento solicitaron el indulto a la Audiencia Regional de Valencia alegando en primer lugar que estaba casado y tenía hijos pequeños y que su ausencia le acarreaba graves problemas familiares y segundo, que su madre era viuda y estaba enferma. A pesar del favor del tribunal de indultarlos, necesitaban el perdón de la parte ofendida, y, por supuesto, no parece haber ninguna presión o compensación económica para que se les conceda el indulto. El hecho curioso es que fuera el esposo José Porcar quien conceda el perdón, ya que el tribunal determinó que era él, y no su esposa, María Granell, quien había sido ofendido.
En los protocolos se encuentran otras escrituras de perdón que arrojan luz sobre la sociedad de la época y las formas de entender las relaciones y la justicia. Entre ellas se encuentran escrituras de perdón por bigamia, agresiones, heridas o faltas de respeto.