Librarse de "las quintas"
En el siglo XIX las llamadas "quintas" eran esporádicas, promulgadas por el gobierno en respuesta a las necesidades del ejército, sin regularidad temporal, ocurría con frecuencia que cuando eran llamados a filas, una quinta parte de los soldados debía estar compuesta por muchachos en edad de servicio durante varios años. Las familias acomodadas hacen todo lo posible para evitar que sus hijos completen el servicio militar, la práctica más común es "comprar" otra plaza para reemplazarlo. En este documento se refleja una forma curiosa de librarse de ese servicio cuando no se podía comprar la plaza de manera individual. Luego de que el gobierno llamara a un quinto y ante el sorteo de jóvenes. , cuatro campesinos realizaron una especie de unión /convenio, acordando que si uno de los hijos le corresponde realizar el servicio, los cuatro pagarían la reposición de la plaza, así como si fueran dos o tres los elegidos en el sorteo, y en el caso de ser cuatro, ya serían libres de hacer lo que cada uno quiere.